Yo, participo!!!
Nick: Vanessa3313
Historia: No pasara nada...
Era una noche fría, por la tarde había llovido, a esa hora el cielo ya estaba despejado, se podía ver una hermosa luna y el reflejo de ella en el agua encharcada en el pavimento; pero algo raro se percibía en ella, no podría describir lo que en ese momento sentía.
Había quedado de ir a la casa de una amiga, no quedaba lejos de mi trabajo, así que decidí ir caminando, pero conforme avanzaba, sentía más y más esa extraña sensación. Un poco paranoica, comencé a observar a detalle todo lo que me rodeaba, evite sugestionarme, así que respire profundamente y exhale lentamente un par de veces, sacudiendo mis brazos, todo está bien, tranquila -me decía-, seguí mi camino y a pesar de que no era muy tarde, note que no me había cruzado con nadie, solo algunos autos que pasaban esporádicamente, la noche era lóbrega.
Solo faltaban un par de cuadras para llegar, esa zona tiene muchas jardineras lindas, pero en ese momento los rosales se veían negros, seguro están marchitas -me dije-, ¿Pero por qué las rosas están negras? eso no es normal, queriendo encontrar una respuesta algo lógica, amm posiblemente será una plaga -pensé-, ya casi estaba por llegar a mi destino, pero me detuve un momento al notar que el césped también estaba negro, completamente negro, asombrada y entretenida en lo que veía, tremendo grito que di, cuando un auto pasaba a gran velocidad y de la nada toco su bocina varias veces justo donde yo estaba, inmediatamente reaccioné tapándome la boca, con algo de pena, por si alguien me había escuchado.
¡¡¡Que alivio!!! Ya había llegado a mi destino, toque la puerta un par de veces, pero no tenía respuesta, toque nuevamente y nada, inmediatamente un escalofrío recorrió mi cuerpo, quería correr, alejarme de ahí, pero justo en ese momento se asomó mi amiga por su ventana y me dijo, entra, la puerta no tiene llave, es que se me hizo tarde, ahora bajo.
Esperando a que bajara mi amiga, fui a la cocina, muchas veces he estado en su casa, me sentía en confianza, saque del refrigerador una botella de vino espumoso, queso, jamón y otras cositas, para preparar una sencilla, pero rica botana -moría de hambre-, le grite un par de veces, Vanessa, ¿Qué tanto haces? apúrate, terminé de preparar las cosas y ella aun no bajaba; me senté en la sala, pasaban los minutos y ya un poco inquieta comencé a caminar, viendo sus fotografías, sonriendo al recordar algunos de muchos momentos que habíamos pasado juntas, en su librero aún tenía ese llavero con un pequeño cubo de Rubik, que un novio de la secundaria le había regalado, la tristeza se apodero de mí, no podía entenderlo, recordaba cosas lindas y de la nada mi estado de ánimo era negativo y oscuro.
Tanta demora no era normal, decidí ir a ver porque no bajaba, justo cuando iba a pisar el primer escalón, suena mi teléfono, el cual me hizo brincar, era un mensaje de la mamá de mi amiga, se me hizo algo inusual, ya que es muy raro que ella me contacte, no podía creer lo que mis ojos estaban leyendo, en ese mensaje me comunicaba que Vanessa, mi amiga -con quien estaba en ese momento-, había fallecido hace unos minutos, a causa de un accidente en auto y que más tarde me avisaría donde seria el sepelio, mi mente en negación y debido a que hace unos minutos vi y escuche a Vanessa, no entendía lo que estaba pasando.
¡¡¡Entonces era cierto!!!
¿Por qué hicimos eso?
Subí a su recamara y no había nadie, comencé a temblar y a llorar, no podía controlarme, una lampara de la sala empezó a parpadear, salí corriendo, no podía más con todo ese miedo y esa desesperación.
Mientras corría y sin dirección alguna, flashazos en mi memoria aparecían y eran del momento aquel, en donde por ignorancia y diversión habíamos jugado a la ouija, ella nos había dicho “que todos los presentes íbamos a morir”, entre incredulidad y miedo comenzamos a reír, después de unos minutos, nos quedamos completamente callamos, un silencio estremecedor nos abrumaba, el cual se interrumpió cuando Vanessa dijo, "No pasara nada, solo es un juego"